lunes, 18 de febrero de 2008

Que más dá...

Llega el caos, tras llegar a casa echas un vistazo a tu alrededor y no te quedan más ganas que seguir enclaustrado en el anonimato, buscando la llave que te abra la ansiada puerta hacia lo que quizá maldigas en un futuro, pero da igual, es lo que parece una tarea pendiente desde tu nacimiento, un deber que tienes contigo mismo, para y por los demás, las escaleras tienen peldaños que ya pareces haber recorrido con anterioridad, pero no te importa, te ciegan las ganas de llegar hasta el final y aunque no quieras, deseas pisar el último peldaño hacia no se qué, hacia no se donde, que más da?

El caso es poder cerrar la puta boca a todo aquel que nunca ha creido en ti e intenta que te quedes con él en su mundo habitual y de procedimientos tan fáciles y simples, de objetivos tan vacuos y neandertales como llamar triunfo a follarse a una tia si sales de fiesta por ahí. Tan limitadas visiones y propósitos tan humanos, aceleran mi estado de ansiedad que lucha por destrozar mis entrañas, salir de mí y destruir todo lo que considere que ha perdido su vigencia, a la par que todo aquel que carezca de inteligencia.

La hora decisiva se acerca y no pienso dejar rehenes, es ahora, todo o nunca, diversos acontecimientos chocarán entre sí y darán como resultado a la ecuación, un desenlace admirable, sombrio o apocalíptico, de ello depende el destino de todo, la nada y el resto si es que existe. Renovarse o morir, que gran verdad creada sorprendentemente por algún ser humano, que tal vez estuviera en mi lugar, alguien con la suficiente capacidad de entendimiento como para poder descifrar estas lineas, de dificil comprensión para los que vivís en vuestra hilvanada vida típica y consolidada, aceptada y exenta de cualquier sospecha hacia los demás, todo es correcto, todo esta bien... mañana será otro dia... que más dá...