lunes, 28 de abril de 2008

LA LetRA, CoN SaNGrE ENtRA

Me habia quedado dormido mientras veia la televisión en uno de mis intentos por encontrar algo interesante, cuando me despertó uno de esos programas que empiezan tan tarde y pretenden timar al espectador con sus multiples ardides, convenciendo de que la llamada que realicen telefónicamente les va a obsequiar con dinero fácil.

Cambié automáticamente de canal y encontré algo bastante retorcido que me llamó la atención, aparentemente simulaba un programa musical en el cual habia que acertar las letras de las canciones que se omitian cuando paraba la música, el detalle que hizo quedarme frente al televisor fué que en esta ocasión el concursante yacía colgado desde el techo y cogido por unos ganchos, los cuales agarrados a su carne, le impedian caer al suelo, mientras, gemia de dolor a la vez que trataba de resolver la lírica que le exigian.

A cada fallo cometido se le privaba de ser sostenido por uno de los multiples ganchos, 8 en total creí contar, y acompañados del alivio que esto debia proporcionarle, le seguia la angustia razonable al pensar que cuantos menos lugares a los que clavar su espalda tan acarnizadamente, más se incrementaria el dolor al sostener su cuerpo con menos puntos de apoyo.

Debia ser el objetivo del concurso el no errar en sus intentos, para que las cadenas que lo sostenian le llevaran a un lugar seguro en el plató, el cual le impidiera caer finalmente en una aparente piscina de ácido sulfúrico. Todo parecia tan divertido que realmente el entorno del programa ocultaba lo enfermizo de la situación, el público asistia a un sacrificio humano realmente, a no ser que la víctima, pudiera recordar las clásicas y caducas canciones de la antología musical española...

Evidentemente, volví a caer en un profundo sueño, no logrando diferenciar si la emisión de aquel aberrante programa-concurso fuera fruto de mi imaginación o de un canal prohibido al que sin querer tuve ACceso.

Siempre tendré dudas al respecto, lo confieso.