domingo, 11 de mayo de 2008

For Ever and eVER

Iba ataviado hasta el cuello con bufanda y sombrero, le seguí de lejos y más tarde se metió en el servicio de caballeros, bajó precipitadamente las escaleras y pensé que cuando aprieta, son inevitables las prisas...

Esperé alrededor de media hora y caí en la cuenta de que podia haberse desprendido de todos sus atuendos, pasando por delante de mí sin problemas y esta vez sin prisas.
Habia perdido de vista a un individuo fundamental e imprescindible aquel dia, él era pues, el que no rebobinaba nunca las cintas de las películas.

Opté por bajar a los urinarios públicos pese al desagradable olor que estos emanaban, por no hablar de las personas que los frecuentaban, desviados y demás calaña de enfermos sin identidad sexual, desprovistos de cualquier buen intento hacia "el nuevo" que acaba de llegar.

Después de sentirme como en una imitación perfecta de una escena cotidiana en prisión, apretando el culo y haciendo un verdadero esfuerzo por no indicar erróneamente por mi parte cualquier atisbo de provocación, me acerqué a uno de aquellos urinarios al que se le podria oir hablar de las escenas que allí debia haber presenciado, por voluntad propia, sin previamente haberle preguntado.

Al fin estaba enfrente de aquel ocre pedazo de mármol y lo siguiente era la maniobra que más dificultad presentaba, me disponia a revelar públicamente la existencia de mi falo ante un público enterado. La agarré con timidez y la extraje de sus aposentos con la lentitud que acompañaba la presión del momento.

Más tarde, ocurrió lo inevitable en este tipo de lugares, un par de tipos flanquearon los únicos puestos libres a ambos lados de mi excusado, y claro, la finalidad de todo aquello, hubiera sido mear algo.

Tal vez por mi nerviosismo o por no saber que hacer ante tal tipo de situación, mi cabeza giró hacia el miembro de uno de aquellos palomos cojos, lo contrario que uno piensa hacer en estos casos, es su castigo por bajar al mundo de los más apalomados.

Descubrí que a lo largo de su corta extensión, se distinguia tatuada la
palabra "FEVER", lo cual hizo que me entretuviera sobre aquella visión el tiempo necesario para llamar la atención del maromo en cuestión, el cual ante la atónita mirada mía y la del presente y único lector, explicó el porqué de aquella palabra impresa en su malogrado aparato (reproductor?)

Y entonces afirmó, siendo conocedor de que seria obligatoria mi asistencia a la lección, que realmente la palabra "Fever" cobraba significado al mostrar su pene en erección...

For Ever and eVER eran pues, el resultado de aquella tediosa abreviación!